
Que las cinco grandes empresas eléctricas funcionan como las mafias, es obvio, son capaces de comprar voluntades al precio que sea, de la forma que sea y del color que sea. Son hábiles en sus consejos de administración al situar personajes del mundo de la política sin mirar colores, les basta la sumisión a sus políticas. Son capaces de subvencionar ligas enteras como el básquet o antes el futbol, por supuesto no a cualquier precio.
Sus dirigentes son incluso hasta premiados (porque para eso pagan), por ejemplo, con la cruz de plata al mérito de la guardia civil (¿qué mérito tiene un personaje como el presidente de Iberdrola?)
Compran voluntades, insertan publicidad a raudales en los medios (quien paga manda) y son capaces de llevar los decretos preparados al ministerio de industria (gobiernan unos, pero mandan otros). Menos mal que ahora parece, solo parece, que hay un nuevo ministerio de transición energética y las cosas empiezan a cambiar (a ver si es verdad).
Cierto es que de momento hay una buena noticia, por fin queda abolido el Impuesto al Sol que el gobierno del Partido Popular instauró para contentar a quienes les sustentan y pagan sus campañas y juergas varias.
Por fin una noticia capaz de hacer recobrar la ilusión de quienes, durante años venimos cuestionando no solo el precio, sino TODO EL MODELO ENERGETICO, preparado a disposición de las 5 grandes empresas que, aunque con diferentes nombres son los mismos perros, pero con diferentes collares. Así productores, distribuidores y comercializadores, suelen ser las mismas 5 grandes empresas que se reparten casi todo el pastel.
Generan electricidad a precio de oro cuando realmente el precio real o la media ponderada de la generación de electricidad, es muchísimo más barata. Ellos, con consentimiento, vienen aplicando el precio máximo a todas las energías por igual, lo sabemos, lo saben y se les consiente. Se ríen de nosotros desde el minuto uno, así tal cual, NOS ESTAN ROBANDO y llevan robando desde hace años, con el consentimiento y complicidad de quienes después, acaban en los consejos de administración de sus empresas.
Ponen el precio que quieren, además son premiados con incentivos tales como los CTC, por valor de más de 12.000 millones de euros que se reparten entre las cinco. Leyes preparadas para ellos y por ellos, llegadas desde su patronal (AELEC), al ministerio de turno. Son dueños y señores que imponen sus criterios a base de prebendas.
Pero la realidad es tozuda y hoy, ya nadie duda de que el futuro son las energías renovables, por mucho que lo intenten, saben que tienen la batalla perdida y por eso intentan retrasar cualquier avance capaz de generar electricidad limpia y a precio barato.
Este país en algún momento llegó a ser ejemplar, incluso reconocido internacionalmente por su apuesta por las renovables, así lo reconocía el propio presidente norteamericano Barak Obama, pero la complicidad de las empresas con el gobierno del PP, generando el impuesto al sol y otras muchas medidas, han hecho posible que de ser pioneros, seamos parte de la cola de Europa. Países con mucho menos sol que nosotros nos adelantan en la energía solar. Hemos sido esclavos del Ibex 35, y en este caso concreto, de las eléctricas y su complicidad con el gobierno.
Una sola medida puede devolver la ilusión, la eliminación del impuesto al sol, es una medida realmente importante por lo que conlleva, pero no dejemos de cuestionar el modelo, porque lo que está caduco y obsoleto es el modelo energético, pensado, ideado y realizado para el gozo de las 5 grandes empresas del sector, que llevan robando a los ciudadanos durante muchos años.
Después hablamos de los gobiernos y su responsabilidad en el recibo, basta un símil para comprobar su dejadez y sumisión. El IVA de la pornografía al 4%, mientras que el IVA de la electricidad se nos cobra al 21%.
Hay que cambiar el modelo y poner propuestas sobre la mesa, empezando por una apuesta clara y decidida por las energías limpias y no contaminantes, controlar el precio en origen con una media ponderada y no pagando al precio más alto, tarifas progresivas que tengan en cuenta la realidad de las familias, IVA reducido etc.
Una apuesta de futuro, para un futuro mejor
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