
Ante las noticias de agresiones a mujeres. Compartimos unas aportaciones.

Vivir con seguridad es vivir sin violencias. La violencia contra las mujeres afecta a todos los ámbitos, públicos y privados, y sus causas se deben buscar en la estructura patriarcal, a unas pautas culturales muy asentadas, y a una desigual de distribución de poder entre hombres y mujeres.
Las mujeres no hemos tenido la oportunidad de definir lo que es seguro y lo inseguro según nuestras necesidades. Las mujeres vinculamos la seguridad más allá de la ausencia de criminalidad, planteamos unas demandas de seguridad vinculadas a la mejora del entorno, las redes de control informal o las reglas de convivencia.

La tradicional división entre el espacio privado, asociada a las mujeres y a las tareas reproductivas, domésticas y de cuidados; y el espacio público, asociado al hombre, a lo productivo, lo económico y lo político; provoca que el espacio público resulte hostil para las mujeres. Se nos ha educado en la creencia que el espacio público es inseguro para nosotras, cuando la realidad es que gran parte de los delitos violentos contra las mujeres, delitos contra la libertad sexual, contra la vida y la integridad física, son cometidos por hombres cercanos a la víctima y, en su mayoría, en el propio domicilio de ésta.
Cuando hablamos de seguridad debemos tener en cuenta la percepción de seguridad y la autonomía personal. La construcción del miedo, a la educación desde pequeñas a tener miedo, la victimización en lugar del empoderamiento y el instar a las mujeres a evitar ciertos lugares y ciertas horas, acaba provocando pérdida de libertad y una sensación de inseguridad que tiene como consecuencias:
- Restricciones de movilidad
- Obstaculizar la participación en la vida social
- Dependencia de la protección de otras personas (generalmente hombres)
- Falta de autoconfianza i desconfianza hacia otras personas.
- Aislamiento
Hablar de la seguridad con perspectiva de género implica hablar de interseccionalidad, del cruce y las variables entre género, edad, origen, capacidad económica, identidad sexual, diversidad funcional, etc.
Si una mujer puede pisar la calle a las 5:00 de la mañana o a las 24:00 por motivo de trabajo. Puede y debe por cualquier otro motivo. Sin escuchar no son horas para que una mujer vaya sola.
Las mujeres queremos y debemos ocupar todos los espacios públicos o privados.
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